Modelo K-75 y otros garabatos

La peinture est de plus en plus proche de la poésie, maintenant que la photographie l’a libérée du besoin de raconter une histoire

La pintura se parece cada vez más a la poesía, ahora que la fotografía la ha liberado de la necesidad de contar una historia.

―Georges Braque

La mayoría no tenemos un físico admirable como Sharon Stone o Dwayne Johnson. ¿Es posible poner una reclamación en alguna parte? ¿llegar a convertirte en un codiciado o una codiciada modelo? Y si, por pura casualidad, un pintor desconocido te contratase para posar, y lo que te encuentras plasmado en el lienzo al finalizar la sesión son solo unos garabatos, de lo más vanguardistas, por supuesto, como en su día la obra de Georges Braque o Pablo Picasso, pero garabatos en los que tú no te reconoces, ¿qué hacer entonces? ¿ A quién le pides explicaciones?

En Modelo K-75 y otros garabatos el autor se sumerge en una serie de reflexiones que comienzan con preguntas absurdas, como estas, que todos nos formulamos en alguna ocasión, mientras vamos dando un paseo o viajamos distraídos en el trasporte público. No difieren mucho de cuestiones con pedigrí, como la filosofía del libre albedrío, los fundamentos estadísticos del utilitarismo, o la física matemática para una teoría del todo. Cuestiones, en definitiva, sin importancia.

Aquí no encontrarás aventuras trepidantes ni sagas familiares como en las interminables series de Netflix (aunque algo de eso hay también: Soy Gigante); historias de terror como en las novelas de Stephen King (qué en realidad también: Garras o Adoro a los monstruos), chascarrillos inteligentes como los del cerebrito de Big Bang Theory o paradojas de ciencia ficción dura. Aunque bien pensado… (Estadística).

En estos garabatos te encontrarás cara a cara con la vida. Y la vida no es, por supuesto, el viaje del héroe de Joseph Campbell. No al menos la de la inmensa mayoría. Aunque todo es cuestión de escoger bien los nombres para algunas de esas etapas de la vida por las que todos pasamos. Adolescencia, primeros amores o senectud no servirían como reclamo, nos dan un poco de grima. Pero bien aliñadas con una pizca de especias narrativas nos encontraremos en el vientre de la ballena, camino de regreso, o con la libertad para vivir.

Ya solo queda dibujarlo, garabatearlo con un poco de gracia, como hizo Rubens con sus tres ídem. Tu vida podría acabar convirtiéndose en un modelo. Al final, los modelos son lo que cuenta.

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