En la introducción al número 98 de Science Fiction Studies1 dedicado a la Tecnocultura y la Ciencia Ficción, publicado en marzo de 2006, el editor Roger Luckhurst escribe2:
Hace ahora veintidós años de la publicación de los tres textos que han dominado una generación de críticos de la ciencia ficción: “Postmodernism, or the Cultural Logic of Late Capitalism” de Fredric Jameson, “A Manifesto for Cyborgs” de Donna Haraway y la traducción al inglés de «La Condition Postmoderne» de Jean-François Lyotard. Estas obras han sido inmensamente productivas y han actuado genuinamente, en términos de Foucault, como “fundadores de la discursividad”
Hace ahora 40 años!!

El manifiesto3 de Donna Haraway es una de mis referencias de culto por su tema —el ciborg— y su momento —la década de los ochenta del siglo XX. Reconozco que, en realidad, no lo he leído o que si lo hice, fue hace demasiado tiempo de manera muy superficial. Es uno de esos textos, que dejando de lado la brillantez de alguno de sus párrafos —La ciencia ficción contemporánea está llena de cíborgs. La medicina moderna también está llena de cíborgs. Y la guerra moderna es una orgía de cíborgs.— me matan de aburrimiento y que no ha dejado una impronta clara en memoria. ¿Qué quería decirnos la adorable Haraway? ¡Que en 1985 ya éramos ciborgs! Pues claro. Y que prefiere ser una ciborg a ser una diosa. Antes ciborgs que dioses!
Hat tip, Donna. So do I.
Sobre los otros dos textos y autores no tenía ni la más remota idea4. Con esto quiero dejar muy claro, por sentar bien las bases, que del tema sobre el que me pronuncio en este breve texto no tengo ni la más remota idea. El posmodernismo es una de esas palabras que oyes una y otra y otra vez, referidas aquí y allá por intelectuales, generalmente en el terreno de las humanidades, que no solo no sé qué quiere decir, sino que permanece envuelta en un aura, o mejor sea dicho, en una polvareda de conceptos e ideas que se amontonan sin orden ni concierto en los textos que la refieren. De ahí mi interés por esos tres textos que, por la introducción del autor y editor de la edición de Science Fiction Studies, deberían resultar cuando menos iluminadores sobre el concepto
Pero he aquí que en una primera y muy rápida inspección me encuentro con la siguiente afirmación sobre la obra del tercer autor citado, Jean-Francois Lyotard, «La condición postmoderna»5:
La condición posmoderna fue influyente. Sin embargo, Lyotard admitió más adelante que tenía un conocimiento «menos que limitado» de la ciencia sobre la que escribía y que, para compensar esta ignorancia, «inventó historias» y se refirió a una serie de libros que en realidad no había leído. En retrospectiva, lo calificó de «parodia» y «simplemente el peor de todos mis libros».
El texto pertenece a la entrada de Wikipedia sobre la condición postmoderna consultada el día 11-09-2023 en el que escribí la primera versión de esta nota en mis particulares Cahiers , por lo que, por principio, no debería prestársele demasiada atención. La Wikipedia, ya se sabe, es una enciclopedia editada por activistas voluntaristas y coordinada por algunos de ellos con tendencias psicopáticas. Wikipedia es un caos y nadie en su sano juicio debería hacer caso a sus contenidos, mucho menos un presunto investigador o una persona con curiosidad rigurosa. La Wikipedia, como veremos en seguida, es postmoderna.
Será, no obstante, porque yo, activista voluntarista con tendencias muy posiblemente psicopáticas en todo lo relacionado con la búsqueda de información, soy como una abeja que se deja seducir por los colores de los pétalos de las flores ideológicas y culturales que va encontrando en su errático vuelo, que decidí prestar atención a esa afirmación de la Wikipedia. El texto incluye la referencia de la que parece extraído el párrafo de Lyotard citado arriba, otro libro sobre los orígenes del postmodernismo de Perry Anderson6, un nuevo texto y un nuevo autor completamente desconocidos para mí.
Jean-François Lyotard (10 August 1924 – 21 April 1998) fue un filósofo, sociólogo y teórico literario francés cuyo discurso interdisciplinar abarca temas como la epistemología y la comunicación, el cuerpo humano, el arte moderno y el arte posmoderno, la literatura y la teoría crítica, la música, el cine, el tiempo y la memoria, el espacio, la ciudad y el paisaje, lo sublime y la relación entre la estética y la política. Pero conocido sobre todo por su articulación del posmodernismo después de finales de la década de 1970 y el análisis del impacto de la posmodernidad en la condición humana. Lyotard es un escéptico sobre pensamiento cultural moderno. Según su obra La Condition postmoderne. Rapport sur le savoir (1979)78, el impacto de la condición posmoderna fue provocar escepticismo respecto de las teorías universalizadoras.

Fredric Ruff Jameson (14 de abril de 1934 – 22 de septiembre de 2024) fue un crítico literario, filósofo y teórico político marxista estadounidense, profesor de literatura comparada de la cátedra Knut Schmidt Nielsen, profesor de estudios románicos (francés) y director del Instituto de teoría crítica de la Universidad de Duke. Conocido por su análisis de las tendencias culturales contemporáneas, en particular su análisis de la posmodernidad y el capitalismo. Los libros más destacados de Jameson incluyen The Political Unconscious (1981) y Postmodernism, or, The Cultural Logic of Late Capitalism (1991)9 .
Perry Anderson, por su parte, es un intelectual, historiador y ensayista británico, cuyo trabajo abarca la sociología histórica, la historia intelectual y el análisis cultural. Lo que une la obra de Anderson es una preocupación por el marxismo occidental.
Estamos, por tanto, con independencia de la falta de rigor de la Wikipedia, en buenas manos. Dos (citados por Luckhurst) más uno (sobrevenido), tres intelectuales que, como todo intelectual que se precie, han estudiado y han escrito sobre el marxismo y la teoría crítica. La teoría crítica, debo reconocerlo también, es otro de esos términos o conceptos que, como el postmodernismo, aparecen aquí y allá en las ráfagas de intelectualismo que descargan sobre los sufridos lectores estos concienzudos autores, así como toda la cohorte de milicianos de la intelectualidad que nos ametrallan en medios, blogs y todo tipo de publicaciones postmodernas. Postmodernismo, teoría crítica y marxismo, la santísima trinidad de la intelectualidad.
Para no ser menos que todos ellos, e inspirado por las barbaridades de la Wikipedia, formulo aquí mi propia teoría sobre lo que yo considero que es la esencia del postmodernismo, que no es otra que lo que muestra ese párrafo del libro sobre los orígenes del postmodernismo en el que Perry Anderson presuntamente cita declaraciones de Jean-François Lyotard sobre su obra sobre la condición postmoderna, a saber: que los que hablan sobre el postmodernismo no tienen ni idea de buena parte de lo que define la sociedad, la economía, y la dinámica del sistema bio socio económico que evoluciona a toda pastilla sobre la superficie del globo terráqueo. Y que no teniendo la formación, el tiempo, las ganas, o la capacidad para entenderlo, recurren, como yo en este texto con pretensiones pseudo intelectualistas, a lo que en realidad se nos da como hongos a los que flirteamos constantemente con ideas, términos y conceptos, la improvisación y la fantasía.
En otras palabras y, por expresarme con claridad algo menos intelectualista, que los que definen qué son el postmodernismo, sus orígenes y su condición, no tienen ni idea de lo que define el postmodernismo, su origen y condición. Pero la clave es que todos ellos son postmodernos. Con su vida y su obra nos muestran los orígenes y la condición del postmodernismo: una sociedad integrada por personas que no tienen ganas ni capacidad para entender la ciencia y la tecnología que habilita su mundo, y que cuando tienen que pronunciarse sobre ellas, recurren a la ficción.
Por completitud y como cierre, quiero dejar constancia del texto de Foucault10 citado de manera implícita por Roger Luckhurst, en el que se introduce esa palabra que todavía hoy no se lleva bien con los diccionarios (desde luego, no con el oficial del español): discursividad
[E]n el orden del discurso, se puede ser el autor de otras cosas además de un libro —de una teoría, de una tradición, de una disciplina en el interior de la cual otros libros y otros autores podrán ocupar a su vez un lugar—.
Homero y Aristóteles, los Padres de la Iglesia jugaron este papel; pero también los primeros matemáticos y quienes estuvieron en el origen de la tradición hipocrática. (.,.) Pero me parece que, en el curso del siglo XIX en Europa, se ha visto aparecer unos tipos de autor bastante singulares y que no deberían confundirse ni con los «grandes» autores literarios, ni con los autores de textos religiosos canónicos, ni con los fundadores de ciencias. Les llamaremos, de un modo un poco arbitrario, «fundadores de discursividad»
En el podio de esta discursividad Foucault sitúa, por supuesto, a Freud y a Marx. Pero es que en 1969 aún no habíamos visto nada sobre discursividad y postmodernismo.
Esta parodia sobre el postmodernismo es sin duda uno de los peores textos que habré escrito jamás, pero no he podido evitarlo. ¡Tenía que decirlo! Admito, por supuesto, sesudas replicas intelectuales.
¡Antes intelectual que mudo!
Va por Usted, Donna Haraway! 🥂
P. S. (18-02-2025): Poco después de publicar este post, llegó a mi conocimiento la obra de Alan Sokal y Jean Bricmont publicada originalmente en francés, en 1997, como Impostures intellectuelles (Imposturas intelectuales), y posteriormente en inglés, 1999, con el título más marketiniano Fashionable Nonsense11 (Tonterias de moda). Lo hizo, curiosamente, por un camino que nada tiene que ver con la publicación de mi boutade intelectual, cuya descripción daría para otra larga (y enjundiosa) explicación.

La conexión de motivos con Sokal y Bricmon, matemático y físico respectivamente, es sorprendente y me hace suponer que muchas otras personas también lo ven.:
Mostramos que intelectuales famosos como Lacan, Kristeva, Irigaray, Baudrillard y Deleuze han abusado repetidamente de los conceptos y la terminología científica: ya sea utilizando ideas científicas totalmente fuera de contexto, sin dar la más mínima justificación (…) o arrojando jerga científica a sus lectores no científicos sin la más mínima consideración por su relevancia o incluso por su significado.
El objetivo de este libro es hacer una contribución limitada pero original a la crítica del ciertamente nebuloso Zeitgeist de lo que hemos llamado “posmodernismo”. No pretendemos analizar el pensamiento posmoderno en general, sino más bien llamar la atención sobre un aspecto relativamente poco conocido, a saber, el abuso repetido de conceptos y terminología provenientes de las matemáticas y la física.
Su trabajo, por supuesto, poco tiene que ver con mi frivolidad, porque aunque (también curiosamente) todo comenzó como una «broma» académica de Sokal, acabaron escribiendo un sorprendente libro.
Va por Uds. Alan Sokal y Jean Bricmont 🥂
____________________
- Luckhurst, Roger. Introduction: techno-culture and science fiction. Science Fiction Studies 33, Part1 (2006): 1-3: ↩︎
- It is now twenty-two years since the publication of the three texts that have dominated a generation of SF criticism: Fredric Jameson’s “Postmodernism, or the Cultural Logic of Late Capitalism,” Donna Haraway’s “A Manifesto for Cyborgs,” and the English translation of Jean-Francois Lyotard’s The Postmodern Condition. These works have been immensely productive, acting genuinely in Foucault’s terms as “founders of discursivity.” ↩︎
- Haraway, Donna. A Cyborg Manifesto, Science, Technology, and Socialist-Feminism in the Late Twentieth Century, 1985. https://theanarchistlibrary.org/library/donna-haraway-a-cyborg-manifesto. ↩︎
- Nota técnica: Esto en realidad es cierto solo en un 99% ↩︎
- The Postmodern Condition was influential. However, Lyotard later admitted that he had a «less than limited» knowledge of the science he wrote about, and to compensate for this ignorance, he «made stories up» and referred to a number of books that he had not actually read. In retrospect, he called it «a parody» and «simply the worst of all my books». ↩︎
- Anderson, Perry. The Origins of Postmodernity. London/New York: Verso, 1998. pp. 24–27 ↩︎
- Lyotard, Jean-François. La Condition Postmoderne: Rapport Sur Le Savoir. Les Éditions de Minuit, 1979. ↩︎
- El prólogo de la traducción al ingles «The Postlllodern Condition: A Report on Kno-wledge» (1884) citada por Luckhurst es, como no podía ser de otra manera, de Fredic Jameson ↩︎
- Jameson, Fredric. Postmodernism, or the cultural logic of late capitalism. Duke University Press, 1991. ↩︎
- «Qu’est-ce qu’un auteur?», Bulletin de la Société française de philosophie, año 63, n° 3, julio-setiembre de 1969, págs 73-104 (société française de philosophie, 22 de febrero de 1969;
debate con M. de Gandillac, L. Goldmann, J. Lacan, J. d’Ormesson, J. Ullmo, J. Wahl.) ↩︎ - Sokal, Alan D., and Jean Bricmont. Fashionable Nonsense: Postmodern Intellectuals’ Abuse of Science. Macmillan, 1999. ↩︎
Imagen destacada: IA postmodernista

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