El poder mata. ¡Basta ya!

La libertad es como tu brazo: no la aprecias hasta que su pérdida revela su verdadero valor. Por desgracia, no tengo el poder para mover mi mano y teletransportar a personas libres para que vivan durante un mes bajo una tiranía donde los matones que gobiernan reprimen por completo la libertad.

Rudolph Joseph Rummel (21 de octubre de 1932 – 2 de marzo de 2014) fue un politólogo y estadístico estadounidense, profesor en las universidades de Indiana, Yale y Hawái en Mānoa. Dedicó su carrera al estudio de los datos sobre la guerra y la violencia colectiva con el objetivo de contribuir a su resolución y eventual eliminación.

Rummel acuñó el término democidio1 para referirse a los asesinatos perpetrados por el gobierno, como el genocidio de los pueblos indígenas y el colonialismo, la Alemania nazi, las purgas estalinistas, la Revolución Cultural de Mao Zedong y otros regímenes autoritarios, totalitarios o antidemocráticos.

Como concepto análogo del asesinato público, perpetrado por agentes gubernamentales que actúan con autoridad, propongo el concepto de democidio. Compuesto de la raiz griega demos, o pueblo, y el mismo sufijo que genocidio, que proviene del latín caedere, matar. El significado necesario y suficiente de democidio es el asesinato intencional, por parte del gobierno, de una persona o un colectivo desarmado. A diferencia del concepto de genocidio, se limita al asesinato intencional y no se extiende a los intentos de eliminar culturas, razas o pueblos por medios distintos a la matanza. El democidio no se limita al asesinato como genocidio, ni al politicidio, el asesinato en masa, la masacre o el terrorismo. Los incluye a todos, e incluye lo que estos términos excluyen, siempre que el asesinato sea un acto, política, proceso o institución gubernamental intencionada.

Rummel fue autor de veinticuatro libros y más de cien artículos académicos. Publicó sus principales resultados entre 1975 y 1981 en Understanding Conflict and War, vols. 1-5 (Sage Publications, 1975, 1976, 1977, 1979 y 1981). Su principal conclusión es que la democracia y la garantía de las libertades individuales son la mejor forma de gobierno para evitar el democidio. Su teoría es conocida como teoría de la paz democrática:

La libertad democrática es un motor de riqueza y prosperidad nacional e individual. Menos conocido es que la libertad también salva millones de vidas del hambre, la enfermedad, la guerra, la violencia colectiva y el democidio (genocidio y asesinato en masa). Es decir, a mayor libertad, mayor seguridad humana y menor violencia. Por el contrario, cuanto mayor poder tienen los gobiernos, mayor inseguridad y violencia humana. En resumen: a nuestra constatación de que el poder empobrece, debemos añadir también que el poder mata.

El poder mata.

Dada la importancia fundamental de esta conclusión, publicada en 1981, Rummel dedicó los quince años siguientes a perfeccionar la teoría subyacente y a ponerla a prueba empíricamente con nuevos datos, comparándola con los resultados empíricos de otros autores y con estudios de caso, como hace en su libro Death By Government (Muerte a manos del gobierno, 1994).

Power Kills (El poder mata, 1997), nominada en 1998 para el Premio Grawemeyer de Ideas para Mejorar el Orden Mundial, resume la investigación de Rummel sobre la violencia y reafirma y amplía su trabajo anterior. Las democracias no se declaran la guerra (o prácticamente nunca lo hacen). Cuanto más democráticos sean dos regímenes, menor será la probabilidad de violencia entre ellos; cuanto más democrático sea un régimen, menor será su violencia frente al exterior en general y menor será el democidio.

Las estimaciones de Rummel son que un total de 212 millones de personas fueron asesinadas por los gobiernos durante el siglo XX, de las cuales 148 millones fueron asesinadas por gobiernos comunistas entre 1917 y 1987. Para poner en perspectiva estas cifras, Rummel estimó asimismo que todas las guerras nacionales e internacionales del siglo XX causaron alrededor de 41 millones de muertos en combate.

Tabla publicada en Democidio en el siglo XX

Sus cifras de asesinatos por parte de gobiernos comunistas han sido criticadas por la metodología empleada para obtenerlas, y por ser superiores a las proporcionadas por la mayoría de los académicos . En su último libro, The Blue Book of Freedom (El libro azuel de la libertad), publicado en 2007, Rummel aumentó su estimación a más de 272 millones de civiles inocentes no combatientes asesinados por sus propios gobiernos durante el siglo XX. Afirmó además que la cifra de 272 millones se trataba de una estimación prudente y a la baja, siendo muy probable que superase los 400 millones.

Rummel es también autor de una serie de seis novelas de historia ficcional alternativa, titulada Never Again (Nunca más), publicadas en 2004 y 2005. Dos amantes viajan al pasado, con armas modernas y 38 mil millones de dólares de 1906. Su misión es prevenir el auge del fascismo y el comunismo, evitar las grandes guerras del siglo XX, incluyendo la Primera y la Segunda Guerra Mundial, y prevenir democidios como los de Hitler, Stalin, Mao y Pol Pot. En el suplemento que escribió para esta serie, Rummel recapitula sobre su vida de estudio y sus descubrimientos.

La mayor parte de los libros y artículos publicados por Rummel están disponibles para descarga gratuita en su sitio web www.hawaii.edu/powerkills/ que, de manera sorprendente, se mantiene accesible.

Oigamos su voz:

El poder mata2

La guerra ha sido una plaga para nuestra especie, uno de los cuatro jinetes del apocalipsis. Ha masacrado a millones de nosotros y ha dejado a muchos más tocados de por vida, tanto mental como físicamente.

Si la guerra y otras formas de violencia internacional fueran la única causa de muertes masivas, bastaría para exigir de todos nosotros el mayor esfuerzo para erradicarlas, pero existe además la violencia civil dentro de los Estados que agrava esta carnicería. Los disturbios violentos, las revoluciones, guerras de guerrillas, guerras civiles, golpes de estado letales, terrorismo y similares que también se han cobrado millones de víctimas.

El asesinato en masa y el genocidio, o democidio, es la peor de todas las plagas. Ha matado en el siglo XX no solo a millones o decenas de millones, sino posiblemente a cientos de millones. Ha sido una reedición de la Peste Negra, pero perpetrada ahora de manera intencional por manos humanas.

La magnitud de las matanzas masivas en la guerra, la violencia colectiva interna y el democidio en el presente y a lo largo de la historia no solo es deprimente, sino que hace que su eliminación parezca imposible.

¿Cómo es posible siquiera presumir que pueda existir una solución a la guerra? «Seamos realistas», se dice a menudo, «la violencia extranjera y doméstica la llevamos en la sangre. Nos ha acompañado siempre y nos acompañará siempre».

Y, sin embargo, el propósito de este libro es demostrar que estos «realistas» están equivocados. Se equivocan con respecto a la guerra y a la violencia internacional. Se equivocan sobre la violencia colectiva civil. Se equivocan sobre el genocidio y el asesinato en masa. Hay una solución para cada caso, y la solución en cada caso es la misma: fomentar la libertad democrática y democratizar el poder coercitivo y la fuerza. Las matanzas y los asesinatos en masa perpetrados por el gobierno son el resultado del poder indiscriminado e irresponsable. O, como recojo en el título de mi libro: el poder mata.

Nunca más3

Este libro resume mi trayectoria como investigador. Por lo tanto, es oportuno expresar mi profunda gratitud a aquellos grandes académicos y científicos que han tenido un impacto fundamental en mis ideas e investigación: Bertrand de Jouvenel, Friedrich von Hayek, Immanuel Kant, Karl Popper, Lewis F. Richardson, Ludwig von Mises, Pitirim Sorokin, Quincy Wright y Raymond Cattell.

Escribí la versión electrónica original de este libro para cualquier persona interesada en una solución a la guerra, el democidio (genocidio y asesinato en masa), la hambruna y la pobreza, o en simplemente en la libertad.

La libertad democrática tiene un poder increíble para resolver nuestros problemas más importantes, y he buscado diferentes maneras de comunicarlo, incluyendo la publicación de varios libros. Dos de ellos son Death by Government (Muerte a manos del Gobierno, 1994) y Power Kills (El Poder Mata, 1997). Creé un extenso sitio web (www.hawaii.edu/powerkills/) para proporcionar la teoría, los datos, los análisis, las fuentes y las referencias que sustentan mis afirmaciones sobre la libertad. Utilicé fotografías del democidio y diversas técnicas para realzar las cifras, con el fin de ayudar a los visitantes a visualizar el impacto del democidio.

Muy impresionado por el uso de la ficción para comunicar un mensaje bajo la apariencia de entretenimiento, como hizo George Orwell con 1984, me he dedicado a escribir novelas para difundir el mensaje sobre la libertad. En mi serie Nunca Más, dos amantes son enviados en una máquina del tiempo a 1906 por una sociedad ficticia de supervivientes de la guerra y el democidio. Su misión: prevenir los horrores que mataron a cientos de millones de personas en el siglo pasado y promover la libertad democrática para asegurar un mundo en paz.

Pero la ficción debe ante todo entretener, y no podía debilitar este objetivo con los detalles sobre el cómo, el porqué y el contexto de lo ocurrido. (…) Así que, para los lectores de mis novelas, he aquí un suplemento factual que cumple con todo eso.

La humanidad cuenta ahora con un remedio práctico para la guerra civil y con potencias extranjeras, el democidio (genocidio y asesinato en masa), el hambre, el empobrecimiento masivo y la grave desigualdad económica. Nuestro conocimiento científico y académico acumulado, y los resultados de vastos experimentos sociales y económicos que involucraron a miles de millones de personas durante tres siglos, nos permiten afirmar, con la misma confianza con la que afirmamos que el jugo de naranja es nutritivo, que podemos crear paz perpetua, vidas largas y seguras, alimentos abundantes, riqueza y prosperidad.

Esto no es un sueño ni una utopía. Es el fruto consolidado del libre mercado, los derechos humanos y la libertad democrática. Los economistas y politólogos que trabajan en estos problemas lo saben. Intento comunicar este conocimiento de una manera que todo el mundo pueda, no solo asimilarlo sino también comprenderlo. Tienes derecho a la libertad, y es importante que sepas por qué la libertad es tan poderosa para salvar vidas y enriquecerlas.

He agrupado las diversas amenazas a la vida humana contra las cuales la libertad protege a un pueblo mediante la idea de seguridad humana. La inseguridad humana, entonces, implica:

  • desigualdad económica y de género,
  • desnutrición y hambruna,
  • mala salud y enfermedad,
  • disturbios internos y guerra civil,
  • guerra exterior,
  • genocidio y asesinatos en masa.

La libertad es una solución a todas estas amenazas: la libertad democrática produce seguridad humana. A lo largo de los diversos capítulos de este libro y sus vínculos de investigación, incluyendo los resultados del análisis estadístico sistemático sobre más de 70 variables de 190 naciones, lo demostraré.

Hay varios temas que se repiten a lo largo de este libro y constituyen el foco de sus capítulos. Todos ellos se centran en el poder de la libertad para poner fin o reducir las amenazas a la seguridad humana e impulsar el desarrollo humano y económico:

  • La libertad es un derecho humano fundamental reconocido por las Naciones Unidas y los tratados internacionales; es la esencia de la justicia social.
  • La libertad, que abarca la libertad de expresión y el libre mercado económico y social, es un motor del desarrollo económico y humano, así como del avance científico y tecnológico.
  • La libertad alivia la pobreza masiva.
  • Las naciones libres no sufren hambrunas ni las han padecido jamás; en teoría, no deberían. Por lo tanto, la libertad es una solución a este problema.
  • Las naciones libres son las que presentan menos violencia interna, agitación e inestabilidad política.
  • Las naciones libres (democracias liberales) prácticamente no sufren genocidios ni asesinatos en masa a nivel interno, y por buenas razones teóricas. Por lo tanto, la libertad es una solución al genocidio y los asesinatos en masa, y el único medio práctico para garantizar que nunca más vuelvan a ocurrir.
  • Las naciones libres no se hacen la guerra. Cuanto mayor sea la libertad dentro de dos naciones, menor será la violencia entre ellas.
  • La libertad es un método de no violencia. Las naciones más pacíficas son aquellas cuyos habitantes son libres.

¡Basta ya!

Desconozco si Rummel llegó a ser consciente de la tendencia que, desde principios de siglo (digamos la destrucción de las torres gemelas), pero quizás con más claridad tras la Gran Recesión que comienza en 2008 se muestra de manera cada vez más evidente, y que en el momento en el que escribo este post, tras una pandemia global y conflictos geopolíticos y sociales emergentes por todas partes, pero en particular en países de larga tradición democrática, ya nadie pone en duda: La democracia se encuentra en manifiesto retroceso en todo el mundo.

En consecuencia, aceptando las tesis de Rummel, nada bueno cabe esperar en un escenario donde las autocracias, los populismos, la vigilancia de estados y grandes corporaciones y el recorte de libertades de todo tipo van en aumento. La población media a lo largo de todo el siglo XX no superó los 3.000 millones de personas. Asumamos que estuvo en el orden de los 2.500 millones y tomemos la cifra conservadora de Rummel de 250 millones de víctimas de guerras y genocidios para estimar en 10% sobre el total de la población el número de víctimas del democidio. Y extrapolemos al siglo XXI, en el que la población media podría acercarse a los 10 .000 millones de habitantes… Cuesta apartar la vista del posible número de 1.000 millones de víctimas del poder sin control.

Estoy siendo deliberadamente argumentativo, pero hago constar en mi descargo que, incluso personas mucho más optimistas y empáticas con la especie humana que el autor de este post, consideran esta cifra optimista.

Publico este post el día en que se cumplen 28 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de la banda terrorista ETA. Fue un trágico punto de inflexión que hizo salir a la calle a miles de ciudadanos en toda España para exigir el fin de violencia, el nacimiento del movimiento ¡Basta Ya! que incluyo en el título de este post, como paráfrasis del Nunca Más de Rummel.

Aunque me gustaría acompañar a Rummel en su optimismo, mucho me temo que a día de hoy, los «realistas» tienen razón. La realidad es que el gusano en el sótano campa a sus anchas y el poder sigue matando. En lo que sí puedo acompañarle es en el deseo, seguramente ingenua ilusión, que abrigamos los amantes de la libertad.

Basta ya.

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  1. Definición de democidio ↩︎
  2. Brevísimo extracto del capítulo 1 de Power Kills ↩︎
  3. Notas sobre el suplemento a la Serie Never Again. Las novelas y el suplemento están accesibles gratis en formato pdf ↩︎

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